BITS DE INTELIGENCIA

El mágico juego de los Bits de Inteligencia se puede utilizar en el hogar y en todos los niveles escolares; sin embargo, no es más que un juego.

Así lo han considerado siempre los bebés cuando sus mamás les muestran las ilustraciones de revistas o libros. Al ver las imágenes, sienten curiosidad, asombro y placer.

DOMAN perfeccionó ese tradicional entretenimiento familiar para utilizarlo como estimulación visual de los niños con problemas cerebrales. El éxito fue tan grande, que se lo ofreció a todos los niños.  

Se utilizan imágenes que representen cualquier elemento de las ciencias o de las artes: mamíferos, aves, peces, insectos, flores, árboles, literatos, reyes, pintores, científicos, mapas, banderas, constelaciones, cuadros de los grandes pintores, catedrales, castillos, palacios, estatuas, torres, minerales, fósiles, inventos, instrumentos musicales y tantas otras maravillas del mundo.

Lo habitual en la escuela es dejar esa información para niveles educativos altos. Cambiar esa costumbre es reconocer que los niños pequeños tienen un interés más universal que nadie. Impulsados por la fuerza tremenda del instinto de supervivencia que les obliga a ser curiosos, quieren conocerlo todo y todo les parece maravilloso. Como decimos en Vegakids, "nadie quiere ni puede aprender tanto ni tan bien como un niño menor de tres años". 

Basta ver con qué facilidad aprenden las lenguas, los nombres de los dinosaurios o de los "pokémon" y gormitis, de los futbolistas o de sus compañeros de clase.

El juego de los Bits es mágico sólo si las imágenes representan algo novedoso para los niños, si son grandes, hermosas y discretas, esto es, con un solo estímulo: una flor, un personaje, un instrumento, una bandera, un animal, un cuadro...

¿Cómo se juega a los Bits?
La mamá o la profesora elige unas cuantas láminas que tengan en común lo más posible, por ejemplo, aves rapaces, peces de mar, cuadros de Goya, banderas de naciones europeas, mariposas, instrumentos musicales de viento, flores, árboles frutales, literatos españoles, músicos, mapas, catedrales, etc.

Luego, se da a  los niños la buena noticia de un juego nuevo que les va a encantar. Les explican de qué se trata y cuáles son las reglas del juego: dura sólo unos segundos, se juega tres veces al día y hay que tener los ojos bien abiertos y la boca bien cerrada. Se anuncia la categoría y se muestran las imágenes velozmente una tras otra diciendo con entusiasmo el nombre correspondiente que está escrito en el reverso de la lámina.

Los niños se quedarán con ganas de más. La sesión ha transcurrido tan deprisa como un truco mágico que te deja al mismo tiempo encantado y deseoso de volver a verlo. Ése es uno de los secretos del éxito.  

Durante cinco días seguidos se repiten tres veces los mismos Bits, aunque barajados, al ritmo de uno por segundo, con intervalos largos entre sesión y sesión. Después, se cambian por otros sin comprobar si los niños se lo saben.  

Se aconseja que las categorías sean muy variadas y que, poco a poco, aumente la cantidad de grupos de  BITS que se utilicen. De tres a cinco categorías de unos cinco bits cada una es lo ideal.

Pero ¿qué se pretende con este juego además de divertirse? Jugar es importante para el niño pequeño; sin embargo, el juego sólo es la atmósfera en la que necesita vivir. La actividad se llama explorar, descubrir, aprender. Instintivamente eso es lo único que le interesa y lo que le produce más placer.

OBJETIVOS del mágico juego de los bits de inteligencia: 

        * desarrollar la memoria visual y auditiva y almacenar un rico banco de datos muy interesantes 

        * alimentar la curiosidad del niño y aprovechar su capacidad

        * crear redes neuronales de información mediante la técnica de las categorías de bits,

        * desarrollar la inteligencia aprendiendo a relacionar unas informaciones con otras y

        * aficionar a los niños a la música, el arte, la botánica, la geografía, la historia, la literatura o la biología. 

Bastan unas pocas imágenes para que se entusiasmen de por vida. En seguida sienten una acuciante necesidad de ir a donde haga falta para ver la realidad que han conocido por medio de los bits. Cuando, más tarde, los profesores comiencen a enseñarles las diversas asignaturas, hallarán a unos alumnos bien dispuestos, preparados para escuchar relatos fantásticos sobre sus temas preferidos gracias a su archivo cerebral de imágenes y a los gratos recuerdos de su infancia marcada por el mágico juego de los bits de inteligencia.

Muchas actividades escolares y extraescolares basadas en el impulso de los bits contribuyen a conseguirlo: relatos ilustrados con bits conocidos, personajes que constituyen el centro de interés de un período de tiempo, visitas preparadas a parques y museos, cuadros vivos, conciertos, representaciones y otras muchas iniciativas cobran un vigor especial si arrancan desde el simple y mágico juego de los bits.

Víctor Estalayo - Rosario Vega, El método de los Bits de Inteligencia. Edelvives, Madrid 2001.
G. Doman, Cómo enseñar conocimientos enciclopédicos a su bebé. EDAF, Madrid 2010.